Seguro que alguna vez lo has hecho, pero realmente ¿sabes el daño que has causado a tus uñas? Antes de nada veamos cómo está conformada nuestra uña:
La uña está compuesta por 50-60 capas de queratina divididas a su vez en 3 capas:
- Dorsal: que es la que vemos y la más fina, la que sufre las consecuencias de nuestros procesos incorrectos.
- Intermedio: tiene un alto contenido en agua, si se llega a esta capa la adherencia se verá afectada.
- Ventral: es la única que tiene vida por sus células epiteliales y de queratina. Contiene capilares que producen sangre y dolor.
Cuando esmaltamos, las técnicas, lo hacemos sobre la capa dorsal a la que previamente le hemos “exfoliado” sobre las 5 primeras capas nunca más, para garantizarnos la adherencia. Cuando volvéis con las uñas arrancadas o “se han levantado solas” ya no esmaltamos sobre una capa dorsal sana, y dependiendo del daño ocasionado posiblemente tengamos que esmaltar sobre la capa intermedia.
¿Qué ocurre cuando esmaltamos en la capa dorsal dañada o intermedia? Pues que el esmalte no nos aguanta lo que estamos acostumbradas, es decir, unas 3-4 semanas. Y os preguntaréis, ¿por qué? Muy sencillo, lo que nos asegura la adherencia del esmalte sobre la uña es la ausencia de agua (o como algunas profesionales afirman la grasa), si hay agua en la superficie de la uña a la hora de esmaltar, el producto “resbalará” sobre la misma y no tendremos buenos resultados; el esmalte se levantará antes.
Esta es una consecuencia que más nos molesta, pero no sólo no nos aguantará el esmalte el tiempo que debe durar sino que si seguimos arrancando el producto, nuestras uñas pueden sufrir daños en la matriz irreparables que nos causarán otros problemas como:
- Onicólisis: Levantamiento de la uña dejándola “hueca”
- Estrías.
- Infecciones por hongos o bacterias
- Alergias
- Y muchas otras.
Así pues piénsate bien la próxima vez que quieras arrancar tu esmaltado. Y recuerda que esto es un trabajo de ambas, tuyo de no arrancar el esmalte y mío como técnica el de retirar el producto correctamente.
Además si te resulta incómodo o nervios ver el producto después de un tiempo, agenda tu cita con anticipación en un tiempo prudente, para tener unas uñas sanas, entre 3-4 semanas.
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